La Jícara Tasca (Ingenio)

Hoy empiezo el post agradeciéndole a mi querida amiga @_lasdeliciasdemel por invitarme a vivir una experiencia culinaria espectacular en La Jícara Tasca, un local que, en solo dos años de vida, se ha posicionado como uno de los referentes de la isla en cuanto a comida moderna.

El local es precioso, y destaca su gran neón rojo sobre sus paredes negras.

Llegamos antes de la hora, así que tuvimos la oportunidad de charlar un poquito con los dueños, y la verdad es que son encantadores. Nos brindaron un trato muy cercano y nos contaron con pasión su aventura con este proyecto.

Nosotros comenzamos la cena con el pan de puño de Amaro con AOVE, un pan que no necesita presentación y que además venía calentito 🫠.

Tomates mar azul con pil pil de su propio jugo, cebolla roja y brotes de cilantro. Increíble cómo algo tan simple como un tomate puede tener un sabor tan potente. Recomendadísimo 100%.

Brioche de pulled pork de cochino canario a baja temperatura con queso ahumado, cebolla encurtida, mayo trufada y brotes de ajo. No podíamos dejar de abrir los ojos y asentir con cada bocado 🙂‍↕️.

Por recomendación, pedimos la ropa vieja de pulpo. Al llegar a la mesa, nos dimos cuenta de que llevaba espuma de marisco, que yo, por alergia, no puedo comer 😅. Fueron súper amables y me trajeron una ración sin la espuma.

Nos sentimos muy afortunados porque el brioche de atún es algo que no tenían aún en la carta, y nos lo dieron a probar. La mejor descripción que puedo dar del plato es que eran cuatro trozos, y estábamos tan emocionados que nos comimos la mitad antes de sacar la foto 😅, así que imagínense el olorcito que desprendía.

El plato fuerte de la noche fue un señor chuletón de un kilo con más de 45 días de maduración. Solo nos faltó roer el hueso 🤣. El acompañamiento estuvo a la altura: papas fritas, pimientos y espárragos, todo de 10.

Terminamos la cena con una torrija con helado y pistacho, y una lemon pie versionada donde las texturas y sabores nos hicieron explotar la cabeza 🤯.

Una cena perfecta que estoy deseando repetir, pero esta vez, sí, con mi esposa y sin cámara, para poder disfrutar de la experiencia al 100%, porque es un local de 10.